Conocida como Moho Gris, Pobredumbre Gris, o Botrytis, esta enfermedad es considerada como una de las más importantes en todos los agrosistemas del mundo; pero, es en la cannabiscultura donde esta enfermedad es un verdadero problema.
El Moho Gris es la enfermedad más incidente entre todas las enfermedades que afectan al cannabis, la más repetitiva y devastadora de todas. Sus ataques son incurables, y ocasionan enormes perdidas de producción; más del 20% (en peso seco) en ataques moderados. En determinadas condiciones, el mal manejo de esta enfermedad, ha causado perdidas de hasta un 80%.
La Botrytis es famosa por aprovechar cualquier “despiste” y “distracción” del cannabiscultor,
El patógeno responsable de esta enfermedad es el hongo conocido como Botrytis cinerea, y ataca al Cannabis sativaL. en todos sus estados vitales.
Botrytis cinerea pertenece a la subdivisión Deuteromicotina, grupo donde se incluyen todos los hongos conocidos como hongos imperfectos. Nuestro patógeno, al igual que los demás miembros de esta subdivisión, carece de estructuras para la reproducción sexual (estudiaremos el reino Fungi más adelante en los próximos artículos).
El Moho Gris es una enfermedad que ataca al cannabis en todas sus fases de desarrollo (crecimiento y floración); sus primeros ataques pueden ser visibles en los semilleros y en plántulas desde muy temprana edad.
Durante el crecimiento vegetativo, este patógeno sólo suele obvervarse cuando las condiciones son propensas para él: una humedad ambiental muy alta combinada con una elevada densidad de plantas débiles y/o espigadas.
En la cannabiscultura, sabemos que, este patógeno es un verdadero ruin principalmente al final de la fase de floración. Esas últimas tres semanas suelen ser las preferidas por el hongo.
Vamos a estudiar el Moho Gris en sus dos variantes: como enfermedad de los semilleros y esquejes, y como enfermedad de la parte aérea del cannabis (afectando tallos, hojas y flores). Aunque sea el mismo patógeno, sus síntomas varían bastante en función al estado fenológico de la planta, al órgano infectado y a las condiciones ambientales. Todo esto dificulta en gran medida su identificación, hasta para los más expertos.
El Moho Gris en los semilleros y propagación vegetativa
Las infecciones del Moho Gris se extienden por el aire a todos los cultivos (exteriores, interiores e invernaderos), pero toda enfermedad parasitaria del cannabis precisa de unas determinadas condiciones ambientales para su desarrollo. En los semilleros y las zonas de propagación vegetativa (enraizados de esquejes) las elevadas humedades relativas que se precisan en estas instalaciones para el óptimo desarrollo de las futuras plántulas favorecen el desarrollo de este patógeno sobre las hojas y los tallos.
El hongo es un oportunista, aprovecha la debilidad de los germinados, y las heridas provocadas por el corte de las tijeras durante el esquejado para penetrar en su interior y comenzar la infección.
El Moho Gris es uno de los principales responsables de las bajas en los semilleros durante la germinación. En ocasiones los cultivadores menos experimentados suelen achacar el problema a la calidad de las semillas adquiridas, sin buscar la verdadera causa. Las bajas por Botrytis en los semilleros son muy frecuentes, inclusive entre los más cannabiscultores más profesionales.
La sintomatología presentada después de un ataque severo de Botrytis cinerea es la necrosis de los tejidos más débiles y dañados.
Las zonas apicales de los esquejes y plántulas jóvenes son muy sensibles y suelen ser las primeras en sucumbir el ataque de este hongo.
En las hojas puede aparecer una clorosis homogénea alrededor de la zona necrosada, mientras que los tejidos más herbáceos se puede dar el aguado.
Cuando las condiciones son muy favorables para la propagación del hongo, humedad ambiental excesiva, el patógeno desarrolla conidióforos cargados de esporas asexuales (conidio). Una simple salpicadura de agua porcedente de las pulverizaciones o por el simple movimiento de plántulas enfermas es suficiente para la separación de los conidios y la propagación del hongo sobre plantas sanas.
Métodos de control
Como métodos de control se propone el empleo de sustratos nuevos, especialmente formulados para la preparación de los semilleros. En caso de reutilizar el medio de cultivo se deberá esterilizar previamente con vapor de agua. Los productos para la desinfección de los sustratos empleados en la agricultura comercial deben ser evitados por su elevada toxicidad.
La incorporación de polvo de rocas silíceas al medio de germinación y enraizado, ha demostrado ser bastante eficiente en la prevención de estos hongos, al inhibir la germinación de las esporas.
El método biológico más extendido es la aplicación de microorganismos simbióticos del sistema radicular como el hongo Trichoderma harzarium y/o la bacteria antagonista de patógenos, Bacillus subtilis. Esta técnica es altamente efectiva y por tanto, muy recomendada en la prevención de esta enfermedad en los semilleros.
Visto que las esporas de este patógeno pueden venir adheridas a la superficie de las semillas, tiene una importancia vital realizar una desinfección de las mismas antes de la siembra. Existen varios sistemas de esterilización de las semillas, los más aconsejados son: con una disolución de hipoclorito sódico al 5% durante 30 segundos o por inmersión durante 24-48 horas en una solución al 5-10% con peróxido de hidrogeno (3%).
Para evitar la proliferación de esta enfermedad y su dispersión desde los semilleros hasta los cuartos de floración, la higiene y el saneamiento se hace imprescindible. La eliminación de restos vegetales secos e infectados de las instalaciones será una labor a realizar periódicamente, ya que, este patógeno suele refugiarse en dichos restos. Para reducir las incidencias de Botrytis cinerea durante el enraizado se deberá extremar la desinfección (con hipoclorito sódico) de todos los materiales empleados, en particular las bandejas y propagadores empleados donde los esquejes deberán residir durante las próximas semanas de vida.
El exceso de agua durante la germinación de las semillas y el enraizado de los esquejes favorece a las infecciones Botrytis, por tanto habrá que evitar los encharcamientos y las condiciones de elevada humedad, favoreciendo la ventilación y la oxigenación de su sustrato.
Las plantas madres pueden ser importantes focos iniciales de esta enfermedad. Los conidios de Moho Gris pueden residir sobre ellas y no afectarlas. Realizar tratamientos a dichas plantas con algún fungicida respetuoso, como el extracto de tomillo, sulfato de cobre o el histórico caldo bordelés antes del esquejado son métodos eficientes para la reducción de los inóculos infecciosos, que de no ser tratados podrían germinar y causar un infección grave en el proceso de enraizado.
Siguiendo nuestra filosofía ecológica a la hora de cultivar cannabis, recomendamos técnicas de manejo biológico como la aplicación de un caldo a base de Bacillus subtilis (B-Subtilis) y Trichodermas harzarium frescas (Trichoazarium-F). Este tratamiento hay que realizarlo una semana antes del esquejado.
No hay que olvidar, que, durante los primeros 3 días de enraizado se necesitan condiciones de elevadísima humedad relativa (éstas pueden alcanzar el 90%HR) para que los esquejes no se deshidraten y formen los callos. Estas condiciones ambientales son las óptimas para que este patógeno se desarrolle y proliferen las infecciones secundarias.
El Moho gris en floración
El Moho Gris es una enfermedad particularmente virulenta en los cultivos de invernadero y en los cultivos de interior durante la fase de floración. En exterior la pobredumbre suele seguir de condiciones de elevada humedad como una lluvia intensa o una neblina espesa; es por eso, que los primeros sintomas suelen observarse a finales de verano.
La enfermedad causada por la Botrytis en el cannabis aparece principalmente en forma de tizones de las inflorescencias y manchas foliares en hojas viejas y debilitadas. También puede causar chancros en los tallos y ramas, y como hemos visto antes el ahogamiento de plántulas en semilleros y durante el enraizado.
Cuando las condiciones de humedad son elevedas, el hongo desarrolla un moho gris sobre los tejidos afectados, una característica típica de esta enfermedad y que le da nombre. El moho consiste en una capa de micelio y cuerpos frutíferos con numerosos (miles) conidios que de dispersarse ocasionarían las infecciones secundarias, mientras el micelio invade el resto de tejidos del hospedor.
Cuando las condiciones de humedad son relativamente bajas el micelio que se crea es de color canela igual que las manchas foliares que causa. En condiciones de total oscuridad el moho puede ser más blanquecino.
Durante la germinación de las semillas o el crecimiento vegetativo raramente se forman los conidióforos, pero cuando este mismo patógeno afecta las cimas florales la formación miceliar como de conidióforos está garantizada. Esto es promovido por la elevada humedad y la poca ventilación que ofrecen los cogollos prietos.
La penetración del patógeno en la planta puede ser como hemos visto por heridas artificiales provocadas por insectos, ácaros, o por daños mecánicos, pero la más frecuente durante la floración es por las brácteas florales a través de los pistilos. El hongo infecta facilmente el ovario (éste está expuesto a la atmósfera) e invade la bráctea intracelularmente; si las condiciones son favorables este seguirá extendiéndose por las infloreciencias cercanas para finalmente intentar colonizar las cimas y formar nuevos inóculos infecciosos. Los pistilos de las flores cuando envejecen (maduran) son muy susceptibles al ataque de hongos oportunistas como la Botrytis.
La cimas florales infectadas por Moho Gris deben ser descartadas, no se deben consumir, ni fumadas, ni ingeridas. Tampoco es acosnsejable hacer Hashish o aceite.
El hongo penetra en la planta y se desarrolla matándola para después consumir los degradados. Si las condiciones no son tan favorables, como la muerte del huésped o un cambio brusco de las condiciones ambientales, el hongo compacta parte de su micelio formando unos órganos de supervivencia denominados esclerocios. La Botrytis inverna en forma de esclerocios o de micelio en el suelo durante la época fría del año. Cuando las condiciones vuelven a ser favorables, en primavera, estos eclerocios estimulados por las lluvias y las temperaturas agradables (temperaturas de 18-23ºC son favorables para su desarrollo) germinan, dando lugar a un micelio que puede sobrevivir como saprófito en el suelo o sobre restos vegetales antes de atacar a plantas vivas. Los restos contaminados depositados en el suelo son los responsables del comienzo de la infecciones primarias. El viento, las salpicaduras de agua, los aperos, etc. son los responsables de diseminar inóculos de Moho Gris hasta plantas cercanas; si las condiciones lo permiten la enfermedad comienza y posteriormente se extiende.
La Botrytis es un patógeno que causa enfermedades en numerosas plantas y está extendido en todo el mundo, podríamos decir que este hongo es endémico en cada región del planeta. En los últimos años han aparecido distintas cepas de Botrytis cinerea altamente resistentes a los fungicidas más clasicos empleados en su control.
Métodos de control
Los métodos de control más efectivos consiten en la prevención a través del control climatológico, a través de nutrición mineral, mucha higiene y de la aplicación de microorganismos antagonistas.
En unas instalaciones profesionales no deben faltar elementos para el control de clima como son los extractores, filltros de entrada/salida (para reducir los inóculos infecciosos), deshumidificadores, e inclusive sistemas de refrigeración. Gracias a estos aparatos es posible reducir las altas humedades (especialmente las nocturnas) y las temperaturas extremas. Las inversiones térmicas extremas entre el día y la noche, son causantes de debilitación de la planta frente al patógeno.
En lo que respecta a la alimentación de las plantas, ésta debe ser más rica en potasio que en nitrógeno. Las plantas crecidas con exceso de nitrógeno serán menos resistentes frente a una infección tanto de Botrytis como de otros hongos parásitos y también de las plagas.
En los cultivos de interior e invernadero la higiene de las instalaciones será fundamental para reducir los propágulos infecciosos. En exterior la eliminación de restos de cosechas anteriores, la rotación y la biofumigación serán medidas preventivas a tener en cuenta en cada cultivo.
La eliminación de hojas y ramas viejas, que dificultan el movimiento del aire entre las plantas, son también prácticas comunes en la prevención del Moho Gris.
Hay que evitar tratamientos con disoluciones acuosas (como por ejemplo los tratamientos insecticidas o acaricida) sobre las cimas, proteger las plantas de lluvias y de otras condiciones adversas.
Preparar un buen plan para la prevención y el control de plagas responsables de la debilitación de la plantas es una medida obligatoria para reducir las incidencias de este enfermedad tan destructora.
Como se ha visto la Botrytis es principalmente un patógeno débil y oportunista, por tanto. la labor preventiva más importante será no darle esa oportunidad para que se pueda desarrollar. La aplicación productos químicos más comunes no es efectiva para la cura de esta enfermedad, al existir cepas resistentes, pero, la aplicación, con carácter preventivo, de microorganismos simbióticos de las plantas y antagonistas de patógenos han dado mejores resultados, demostrando que es el futuro para el manejo biologico de esta enfermedad.
Conocida como Moho Gris, Pobredumbre Gris, o Botrytis, esta enfermedad es considerada como una de las más importantes en todos los agrosistemas del mundo; pero, es en la cannabiscultura donde esta enfermedad es un verdadero problema.
El Moho Gris es la enfermedad más incidente entre todas las enfermedades que afectan al cannabis, la más repetitiva y devastadora de todas. Sus ataques son incurables, y ocasionan enormes perdidas de producción; más del 20% (en peso seco) en ataques moderados. En determinadas condiciones, el mal manejo de esta enfermedad, ha causado perdidas de hasta un 80%.
La Botrytis es famosa por aprovechar cualquier “despiste” y “distracción” del cannabiscultor, ver fotos.
El patógeno responsable de esta enfermedad es el hongo conocido como Botrytis cinerea, y ataca al Cannabis sativaL. en todos sus estados vitales.
Botrytis cinerea pertenece a la subdivisión Deuteromicotina, grupo donde se incluyen todos los hongos conocidos como hongos imperfectos. Nuestro patógeno, al igual que los demás miembros de esta subdivisión, carece de estructuras para la reproducción sexual (estudiaremos el reino Fungi más adelante en los próximos artículos).
El Moho Gris es una enfermedad que ataca al cannabis en todas sus fases de desarrollo (crecimiento y floración); sus primeros ataques pueden ser visibles en los semilleros y en plántulas desde muy temprana edad.
Durante el crecimiento vegetativo, este patógeno sólo suele obvervarse cuando las condiciones son propensas para él: una humedad ambiental muy alta combinada con una elevada densidad de plantas débiles y/o espigadas.
En la cannabiscultura, sabemos que, este patógeno es un verdadero ruin principalmente al final de la fase de floración. Esas últimas tres semanas suelen ser las preferidas por el hongo.
Vamos a estudiar el Moho Gris en sus dos variantes: como enfermedad de los semilleros y esquejes, y como enfermedad de la parte aérea del cannabis (afectando tallos, hojas y flores). Aunque sea el mismo patógeno, sus síntomas varían bastante en función al estado fenológico de la planta, al órgano infectado y a las condiciones ambientales. Todo esto dificulta en gran medida su identificación, hasta para los más expertos.
El Moho Gris en los semilleros y propagación vegetativa
Las infecciones del Moho Gris se extienden por el aire a todos los cultivos (exteriores, interiores e invernaderos), pero toda enfermedad parasitaria del cannabis precisa de unas determinadas condiciones ambientales para su desarrollo. En los semilleros y las zonas de propagación vegetativa (enraizados de esquejes) las elevadas humedades relativas que se precisan en estas instalaciones para el óptimo desarrollo de las futuras plántulas favorecen el desarrollo de este patógeno sobre las hojas y los tallos.
El hongo es un oportunista, aprovecha la debilidad de los germinados, y las heridas provocadas por el corte de las tijeras durante el esquejado para penetrar en su interior y comenzar la infección.
El Moho Gris es uno de los principales responsables de las bajas en los semilleros durante la germinación. En ocasiones los cultivadores menos experimentados suelen achacar el problema a la calidad de las semillas adquiridas, sin buscar la verdadera causa. Las bajas por Botrytis en los semilleros son muy frecuentes, inclusive entre los más cannabiscultores más profesionales.
La sintomatología presentada después de un ataque severo de Botrytis cinerea es la necrosis de los tejidos más débiles y dañados.
Las zonas apicales de los esquejes y plántulas jóvenes son muy sensibles y suelen ser las primeras en sucumbir el ataque de este hongo.
En las hojas puede aparecer una clorosis homogénea alrededor de la zona necrosada, mientras que los tejidos más herbáceos se puede dar el aguado.
Cuando las condiciones son muy favorables para la propagación del hongo, humedad ambiental excesiva, el patógeno desarrolla conidióforos cargados de esporas asexuales (conidio). Una simple salpicadura de agua porcedente de las pulverizaciones o por el simple movimiento de plántulas enfermas es suficiente para la separación de los conidios y la propagación del hongo sobre plantas sanas.
Métodos de control
Como métodos de control se propone el empleo de sustratos nuevos, especialmente formulados para la preparación de los semilleros. En caso de reutilizar el medio de cultivo se deberá esterilizar previamente con vapor de agua. Los productos para la desinfección de los sustratos empleados en la agricultura comercial deben ser evitados por su elevada toxicidad.
La incorporación de polvo de rocas silíceas al medio de germinación y enraizado, ha demostrado ser bastante eficiente en la prevención de estos hongos, al inhibir la germinación de las esporas.
El método biológico más extendido es la aplicación de microorganismos simbióticos del sistema radicular como el hongo Trichoderma harzarium y/o la bacteria antagonista de patógenos, Bacillus subtilis. Esta técnica es altamente efectiva y por tanto, muy recomendada en la prevención de esta enfermedad en los semilleros.
Visto que las esporas de este patógeno pueden venir adheridas a la superficie de las semillas, tiene una importancia vital realizar una desinfección de las mismas antes de la siembra. Existen varios sistemas de esterilización de las semillas, los más aconsejados son: con una disolución de hipoclorito sódico al 5% durante 30 segundos o por inmersión durante 24-48 horas en una solución al 5-10% con peróxido de hidrogeno (3%).
Para evitar la proliferación de esta enfermedad y su dispersión desde los semilleros hasta los cuartos de floración, la higiene y el saneamiento se hace imprescindible. La eliminación de restos vegetales secos e infectados de las instalaciones será una labor a realizar periódicamente, ya que, este patógeno suele refugiarse en dichos restos. Para reducir las incidencias de Botrytis cinerea durante el enraizado se deberá extremar la desinfección (con hipoclorito sódico) de todos los materiales empleados, en particular las bandejas y propagadores empleados donde los esquejes deberán residir durante las próximas semanas de vida.
El exceso de agua durante la germinación de las semillas y el enraizado de los esquejes favorece a las infecciones Botrytis, por tanto habrá que evitar los encharcamientos y las condiciones de elevada humedad, favoreciendo la ventilación y la oxigenación de su sustrato.
Las plantas madres pueden ser importantes focos iniciales de esta enfermedad. Los conidios de Moho Gris pueden residir sobre ellas y no afectarlas. Realizar tratamientos a dichas plantas con algún fungicida respetuoso, como el extracto de tomillo, sulfato de cobre o el histórico caldo bordelés antes del esquejado son métodos eficientes para la reducción de los inóculos infecciosos, que de no ser tratados podrían germinar y causar un infección grave en el proceso de enraizado.
Siguiendo nuestra filosofía ecológica a la hora de cultivar cannabis, recomendamos técnicas de manejo biológico como la aplicación de un caldo a base de Bacillus subtilis (B-Subtilis) y Trichodermas harzarium frescas (Trichoazarium-F). Este tratamiento hay que realizarlo una semana antes del esquejado.
No hay que olvidar, que, durante los primeros 3 días de enraizado se necesitan condiciones de elevadísima humedad relativa (éstas pueden alcanzar el 90%HR) para que los esquejes no se deshidraten y formen los callos. Estas condiciones ambientales son las óptimas para que este patógeno se desarrolle y proliferen las infecciones secundarias.
El Moho gris en floración
El Moho Gris es una enfermedad particularmente virulenta en los cultivos de invernadero y en los cultivos de interior durante la fase de floración. En exterior la pobredumbre suele seguir de condiciones de elevada humedad como una lluvia intensa o una neblina espesa; es por eso, que los primeros sintomas suelen observarse a finales de verano.
La enfermedad causada por la Botrytis en el cannabis aparece principalmente en forma de tizones de las inflorescencias y manchas foliares en hojas viejas y debilitadas. También puede causar chancros en los tallos y ramas, y como hemos visto antes el ahogamiento de plántulas en semilleros y durante el enraizado.
Cuando las condiciones de humedad son elevedas, el hongo desarrolla un moho gris sobre los tejidos afectados, una característica típica de esta enfermedad y que le da nombre. El moho consiste en una capa de micelio y cuerpos frutíferos con numerosos (miles) conidios que de dispersarse ocasionarían las infecciones secundarias, mientras el micelio invade el resto de tejidos del hospedor.
Cuando las condiciones de humedad son relativamente bajas el micelio que se crea es de color canela igual que las manchas foliares que causa. En condiciones de total oscuridad el moho puede ser más blanquecino.
Durante la germinación de las semillas o el crecimiento vegetativo raramente se forman los conidióforos, pero cuando este mismo patógeno afecta las cimas florales la formación miceliar como de conidióforos está garantizada. Esto es promovido por la elevada humedad y la poca ventilación que ofrecen los cogollos prietos.
La penetración del patógeno en la planta puede ser como hemos visto por heridas artificiales provocadas por insectos, ácaros, o por daños mecánicos, pero la más frecuente durante la floración es por las brácteas florales a través de los pistilos. El hongo infecta facilmente el ovario (éste está expuesto a la atmósfera) e invade la bráctea intracelularmente; si las condiciones son favorables este seguirá extendiéndose por las infloreciencias cercanas para finalmente intentar colonizar las cimas y formar nuevos inóculos infecciosos. Los pistilos de las flores cuando envejecen (maduran) son muy susceptibles al ataque de hongos oportunistas como la Botrytis.
La cimas florales infectadas por Moho Gris deben ser descartadas, no se deben consumir, ni fumadas, ni ingeridas. Tampoco es acosnsejable hacer Hashish o aceite.
El hongo penetra en la planta y se desarrolla matándola para después consumir los degradados. Si las condiciones no son tan favorables, como la muerte del huésped o un cambio brusco de las condiciones ambientales, el hongo compacta parte de su micelio formando unos órganos de supervivencia denominados esclerocios. La Botrytis inverna en forma de esclerocios o de micelio en el suelo durante la época fría del año. Cuando las condiciones vuelven a ser favorables, en primavera, estos eclerocios estimulados por las lluvias y las temperaturas agradables (temperaturas de 18-23ºC son favorables para su desarrollo) germinan, dando lugar a un micelio que puede sobrevivir como saprófito en el suelo o sobre restos vegetales antes de atacar a plantas vivas. Los restos contaminados depositados en el suelo son los responsables del comienzo de la infecciones primarias. El viento, las salpicaduras de agua, los aperos, etc. son los responsables de diseminar inóculos de Moho Gris hasta plantas cercanas; si las condiciones lo permiten la enfermedad comienza y posteriormente se extiende.
La Botrytis es un patógeno que causa enfermedades en numerosas plantas y está extendido en todo el mundo, podríamos decir que este hongo es endémico en cada región del planeta. En los últimos años han aparecido distintas cepas de Botrytis cinerea altamente resistentes a los fungicidas más clasicos empleados en su control.
Métodos de control
Los métodos de control más efectivos consiten en la prevención a través del control climatológico, a través de nutrición mineral, mucha higiene y de la aplicación de microorganismos antagonistas.
En unas instalaciones profesionales no deben faltar elementos para el control de clima como son los extractores, filltros de entrada/salida (para reducir los inóculos infecciosos), deshumidificadores, e inclusive sistemas de refrigeración. Gracias a estos aparatos es posible reducir las altas humedades (especialmente las nocturnas) y las temperaturas extremas. Las inversiones térmicas extremas entre el día y la noche, son causantes de debilitación de la planta frente al patógeno.
En lo que respecta a la alimentación de las plantas, ésta debe ser más rica en potasio que en nitrógeno. Las plantas crecidas con exceso de nitrógeno serán menos resistentes frente a una infección tanto de Botrytis como de otros hongos parásitos y también de las plagas.
En los cultivos de interior e invernadero la higiene de las instalaciones será fundamental para reducir los propágulos infecciosos. En exterior la eliminación de restos de cosechas anteriores, la rotación y la biofumigación serán medidas preventivas a tener en cuenta en cada cultivo.
La eliminación de hojas y ramas viejas, que dificultan el movimiento del aire entre las plantas, son también prácticas comunes en la prevención del Moho Gris.
Hay que evitar tratamientos con disoluciones acuosas (como por ejemplo los tratamientos insecticidas o acaricida) sobre las cimas, proteger las plantas de lluvias y de otras condiciones adversas.
Preparar un buen plan para la prevención y el control de plagas responsables de la debilitación de la plantas es una medida obligatoria para reducir las incidencias de este enfermedad tan destructora.
Como se ha visto la Botrytis es principalmente un patógeno débil y oportunista, por tanto. la labor preventiva más importante será no darle esa oportunidad para que se pueda desarrollar. La aplicación productos químicos más comunes no es efectiva para la cura de esta enfermedad, al existir cepas resistentes, pero, la aplicación, con carácter preventivo, de microorganismos simbióticos de las plantas y antagonistas de patógenos han dado mejores resultados, demostrando que es el futuro para el manejo biologico de esta enfermedad.
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