Era un trabajo de ‘tuning’ impecable. El capó y las puertas delanteras, de color verde, las traseras y las aletas, blancas; las pegatinas con la bandera de España; el escudo de la Benemérita... Horas y horas de taller para conseguir una réplica casi perfecta, y no precisamente para usarlo en una película. La policía ha encontrado un coche clonado de la Guardia Civil que, según la investigación, iba ser utilizado por una banda de narcos para robar alijos.
El hallazgo, que se produjo a principios de marzo en un garaje de Algeciras donde tenían guardado el vehículo, condujo el viernes a la detención en Málaga de cuatro sospechosos. Entre los arrestados hay un guardia civil, un exagente de este Cuerpo y dos particulares, según ha podido confirmar este periódico de fuentes cercanas al caso.
El automóvil, una réplica bastante lograda sobre la base de un Renault Megane de calle, lo encontró por casualidad una unidad de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la comisaría algecireña. Al patrullar por un barrio de la ciudad gaditana, observaron la puerta de un garaje abierta y, al mirar en su interior, descubrieron un coche de la Guardia Civil. O lo que parecía serlo.
La primera hipótesis que se manejó fue que se lo hubieran robado a alguna patrulla, ya que tenía hasta los dispositivos prioritarios idénticos al que utiliza este cuerpo policial. Sin embargo, al examinarlo con detenimiento, observaron que los distintivos con las letras o, por ejemplo, las banderas de España eran en realidad pegatinas.
El coche quedó intervenido y se avisó inmediatamente a la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) y a la Policía Científica. Los especialistas de esta brigada inspeccionaron minuciosamente el automóvil y también el garaje en busca de pistas que ayudaran a identificar a las personas que podían estar detrás del trabajo de tuneado, que destacaba por su profesionalidad.
La investigación de la Udyco apunta a que el vehículo había sido clonado para utilizarlo en el tráfico de drogas. Según las fuentes consultadas, la réplica del coche patrulla de la Guardia Civil podía usarse para intervenir en alijos a pie de playa y provocar que los porteadores huyeran, apropiándose fácilmente de los fardos; así como también para llevar a cabo ‘vuelcos’ de mercancía, esto es, robos a otras bandas de narcos.
La inspección ocular realizada tras el hallazgo permitió obtener las huellas de varias personas. Los investigadores consiguieron las identidades de cuatro sospechosos, todos malagueños, en relación al caso, sobre los que se incluyó una requisitoria policial en las bases de datos de las Fuerzas de Seguridad por si alguna patrulla se cruzaba con ellos.
La búsqueda dio resultado el viernes pasado. Agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) localizaron en un control rutinario a uno de los sospechosos, que fue detenido. Los policías no pararon ahí y siguieron tirando de ese hilo. A última hora de la mañana ya habían detenido a los otros tres. Entre los cuatro arrestados hay un guardia civil en activo que actualmente se encontraba de baja en su destino, en una provincia del norte de España, por lo que fue localizado en Málaga, de donde es oriundo. Al día siguiente, pasaron a disposición del titular del Juzgado de Instrucción número 1 de la capital, en funciones de guardia. Quedaron en libertad con cargos.
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