El primer paso para evitar la aparición de cualquier tipo de hongo es la prevención
Evita crear las condiciones propicias para su desarrollo
La higiene es un factor esencial a la hora de evitar la aparición de hongos.Si cultivas en interior, entre cosecha y cosecha haz una desinfección total tanto del armario como de todo lo que pueda tener contacto con las plantas (utensilios, macetas). Puedes realizarla aplicando a la vez fungidas o simplemente utilizar lejía al 5%. Mientras dure el cultivo, mantén la zona despejada y limpia y, si quieres extremar las medidas, también puedes cambiarte para acceder a la habitación de cultivo, la ropa con la que vienes de la calle, puede contener esporas e infectar la zona. En exterior es más difícil controlar esto, pero sí que puedes establecer un sistema de limpieza de todos los utensilios que utilices.
Limpia los restos vegetales, las hojas muertas y los deshechos en descomposición, son el caldo de cultivo perfecto para algunos hongos.
Controla la temperatura y la humedad: para que los hongos puedan desarrollarse, necesitan ciertas condiciones ambientales, estas son básicamente, calor, humedad y falta de ventilación. Si vigilas que tu cultivo esté adecuadamente aireado, que la humedad relativa no exceda el 50% en la fase de floración y que la temperatura no sea superior a 25 grados, ya tienes mucho ganado. Es cierto que en exterior estos elementos no dependen de ti, por tanto, intenta no alargar tu cosecha demasiado, pues el mes de octubre habitualmente reúne las condiciones climáticas necesarias (lluvias, humedad) para que estos indeseables comensales aparezcan.
Utiliza preventivos: no hace falta que sean químicos, hay multitud de productos orgánicos con una acción fungicida efectiva. Puedes comprarlos en tu grow shop o fabricarlos tú mismo.
Si utilizas esquejes que vienen de fuera de tu casa, verifica que la madre de donde provienen esté sana, no sirve de nada que hagas una limpieza exhaustiva de tu espacio si después introduces esquejes infectados.
Aunque si sigues estos consejos al pie de la letra las posibilidades de que aparezcan hongos se reducirán considerablemente, no hay un método que sea efectivo al 100%. Las esporas son cuerpos microscópico diseñados para sobrevivir durante largos períodos de tiempo en condiciones adversas, viajan a través del aire, y puedes tener la mala suerte de que su destino final sea tu cultivo. Interpretar los síntomas y detectar la infección a tiempo, puede ser crucial para tu cosecha, a continuación te describimos algunos de los hongos más comunes que pueden afectar al cannabis, cómo identificarlos y su tratamiento.
Mildiu (Phytophthora infestans)
El mildiu es un hongo cuyos síntomas se parecen mucho a los del oídio, sin embargo hay algunas diferencias entre ellos que te pueden ayudar a distinguirlos.
Este hongo, que afecta a hojas, tallos y flor, no solamente aparece en la parte superior sino que, al contrario que el oídio, suele estar en el envés de las hojas. Los primeros síntomas que indican una infección por Mildiu son la aparición de pequeñas manchas amarillas o traslúcidas en las hojas que vienen seguidas (no siempre) de una fina capa de polvo blanco situada en el reverso foliar.
Lo primero que debes hacer si descubres que tu cultivo está infectado es mejorar el aireamiento del mismo, poda las zonas afectadas y evita la masificación, que haya espacio entre plantas. Después debes aplicar un fungicida para eliminar el hongo, existen varios productos que te pueden ayudar a eliminar este hongo, unos son por contacto y se aplican tras las primeras 24 horas de la infección, y otros sistémicos que se usan después de un máximo de 72 horas de la aparición del hongo. Como en los casos anteriores desaconsejamos el uso de productos químicos para tratar el mildiu por sus riesgos para la salud, un buen preventivo orgánico para este hongo, es el caldo bordelés.
Oídio
Este hongo es de los más comunes en el cultivo de marihuana, necesita una humedad alta y una temperatura mínima de 20º para poder desarrollarse y los cambios bruscos de temperatura favorecen su aparición. Aunque una infección por oídio es fácil de identificar y tiene tratamiento, si no se pone remedio a tiempo, puede resultar fatal.
Te será fácil darte cuenta de que tu cultivo está infectado de oídio, pues este hongo cubre hojas y cogollos con lo que parece una capa de polvo blanco, generalmente localizada en la parte superior. En una fase inicial, podrás observar pequeños circulitos de polvo blanco sobre las hojas que, a medida que avanza la infección, se van extendiendo e intensificando en densidad, hasta alcanzar tallo y cogollo.
Aunque no es de los hongos más letales, conviene erradicarlo a tiempo, pues una vez entra en el cogollo es muy difícil de eliminar y las flores infectadas con este hongo en ningún caso serán aptas para el consumo. Para prevenir la aparición de este hongo, puedes utilizar cola de caballo, propóleo o algunos fungicidas orgánicos, de este modo evitarás rociar o regar tus plantas con productos químicos. Varios estudios han demostrado que la inoculación del hongo antagonista llamado Trichoderma harzianum (un hongo antagonista de hongos patógenos), en la tierra utilizada para la siembra, previene eficazmente la aparición del Oídio.
Sin embargo, si el oídio ya se ha instalado en tu cultivo, la única manera efectiva de detenerlo es con fungicidas sistémicos. No recomendamos el uso de este tipo de productos pues, como hemos mencionado anteriormente, son perjudiciales para la salud y siempre es preferible perder la cosecha que tentar a la suerte. De todos modos, si decides utilizar este tipo de fungicidas, lee detenidamente las instrucciones de uso y síguelas al pie de la letra, respetando siempre los periodos de seguridad. Además, si utilizas productos químicos para tratar el oídio te aconsejamos que seas especialmente riguroso con el lavado de raíces a fin de eliminar el máximo posible de residuos químicos.
Botrytis
La Botrytis o Moho Gris es un hongo patógeno y es de los más comunes en el cultivo de marihuana. La buena noticia es que este hongo es muy fácil de detectar, lo entenderás si alguna vez lo sufres pues se trata de un proceso de necrosis que puede afectar a cualquier parte de la planta (raíces, tallos, hojas, cogollos), y que se refleja visiblemente en el color y la textura de las mismas, que se tornarán de color marrón o gris, con un aspecto seco, sin vida. La mala noticia es que se extiende rápidamente y es capaz de acabar con tu cultivo en cuestión de pocos días. Es por ello que debes actuar eficaz y rápidamente.
La humedad es el factor clave para la aparición de este hongo, por tanto, si quieres evitarlo, mantén los niveles controlados en todo momento. Sin embargo, si el hongo ya se ha instalado, lo primero que debes hacer es cortar las partes infectadas, alcanzando también unos centímetros de la parte sana, para dejar un margen de seguridad. No dejes que los cogollos infectados contaminen otras partes de la planta o los cogollos sanos, y una vez amputados, destrúyelos y limpia bien las tijeras y tus manos. Después de cortar, ventila bien la habitación para disminuir el grado de humedad, sube la temperatura a 26ºC y reduce la humedad por debajo del 50%. Normalmente la Botrytis aparece al final del período de floración, si este es tu caso, nuestro consejo es que coseches lo antes posible, sólo así detendrás la infección. Cortar las partes infectadas no te garantiza en absoluto que hayas eliminado el hongo.
Aunque existen productos químicos para fumigar las plantas de marihuana de forma preventiva, no aconsejamos su uso por varios motivos: para empezar, la fumigación no te garantiza al 100% que más tarde no vaya a aparecer este hongo y, lo más importante, estos productos dejan un rastro de residuos químicos que pueden ser peligrosos para la salud, recuerda que todo lo que utilices con tus plantas de marihuana irá a parar a tu organismo cuando las consumas. Por tanto, lo más recomendable es evitar las condiciones para su aparición controlando siempre la humedad, la higiene y la densidad de tu cultivo. Nuestro consejo es que extremes las medidas antes mencionadas y quizá que pruebes con algún anti fúngico ecológico como por ejemplo el propóleo o la cola de caballo a modo preventivo.
Fusarium
Con este término en realidad se denomina a un género extenso que abarca distintos hongos filamentosos que viven en el suelo. Estos hongos actúan de manera parasitaria alimentándose de la planta y en ocasiones haciendo que esta enferme hasta morir.
El Fusarium bloquea el flujo de salvia de la planta, esto comporta que aparezca podredumbre en la base de los tallos, manchas en las hojas más viejas y clorosis. En ocasiones también las puntas de las hojas se rizan hacia arriba y finalmente terminan marchitándose. Otro síntoma característico de que tus plantas se han infectado con Fusarium es la lignificación de los tallos, si partimos uno y lo observamos por dentro, veremos que están de un color marrón rojizo.
Por desgracia aún no se ha inventado ningún producto efectivo contra este mal, por tanto, lo mejor que puedes hacer es deshacerte de aquellas plantas que se hayan infectado y tratar de salvar las que aparentemente se vean sanas.
Pythium
El Pythium es un hongo parásito, destructor de las raíces. En condiciones favorables, el Pythium se multiplica con gran rapidez y libera esporas microscópicas que infectan las raíces y no permiten que reciban alimento. Ataca principalmente a semillas y plantones que aún tienen poca resistencia a las enfermedades. Las plantas más grandes son más resistentes aunque también se vean afectadas, pero si se detecta en una fase primaria podrán ser tratadas y salvadas, a pesar de que la cosecha se verá definitivamente afectada.
Como otros hongos, Pythium está en cualquier parte del entorno de la planta, y atacará prácticamente a todas las plantas. Las mejores condiciones para su desarrollo son los altos niveles de humedad y las temperaturas entre 20 y 30°C. En cultivos hidropónicos también influye una oxigenación pobre de la solución nutritiva. Es una espora de hongo que vive en el aire y en el agua, y que se presentará en tu lugar de cultivo sin importarle lo limpio que esté. Vendrá en el agua, especialmente si la traes de fuentes, ríos u otras corrientes libres. Este hongo tiene millones de oportunidades de entrar en tu jardín. Por lo tanto, es muy importante mantener muy limpio el entorno y cuidar mucho la calidad del agua que utilices.
Ante un ataque de Pythium por lo general las semillas infectadas se tornarán blandas, pastosas y negras, y luego morirán. Los plantones tendrán tallos muy húmedos y se colapsarán. Aparentemente sin razón, plantas ya crecidas y plantas madres comenzarán a marchitarse y cogerán un color amarillento (que a menudo se identifica erróneamente como una deficiencia nutricional), y a veces las hojas tenderán a enrollarse hacia abajo. Las plantas tendrán un crecimiento pobre y el rendimiento se reducirá; hasta se puede llegar a una pérdida de toda la cosecha.
Vigila tus plantas y esquejes, ya que es en esta etapa cuando tu planta se puede infectar. Es importante elegir el substrato de germinación cuidadosamente y mantener la zona de germinación lo más limpia posible.
Cuando cortes tallos de la planta madre, ocurrirán otros fenómenos: la masa de raíces es muy importante para las nuevas necesidades, y parte de ella comenzará a decaer. En ese momento producirá más etileno y los agentes patógenos, incluyendo al Pythium, se apresurarán en aparecer.
Por lo tanto, no dudes en renovar tus plantas madre. Después de algún tiempo tu planta madre envejecerá y puede ser que sea portadora de esporas de Pythium, con lo cual, los esquejes también serán portadores.
Esta es la causa por la cual es recomendable utilizar la planta madre una o dos veces y luego reemplazarla con una de las plantas nuevas hecha con los esquejes. De esta forma siempre tendrás madres jóvenes y sanas para obtener esquejes sanos y vigorosos, sin enfermedades.
El transplante es otra operación clave, ya que una raíz herida es el campo perfecto para una infección. Cuando hagas un transplante, utiliza un lugar limpio y sé especialmente cuidadoso con las raíces jóvenes. Para evitar el estrés del transplante y la manipulación de las raíces, puedes usar los sistemas de propagación aero-hidropónicos con los cuales sólo tienes que mover tu planta de un tiesto al siguiente, sin interferencias en el sistema radicular.
Evita darles demasiado alimento y poner demasiadas plantas juntas y mantén una buena ventilación. El Pythium se desarrolla mejor con niveles alcalinos altos, por lo tanto mantén el pH lo más bajo posible, pero siempre teniendo en cuenta las necesidades de las plantas.
Algunos cultivadores han descubierto otras formas de prevención de hongos utilizando agentes humectantes y cloro en la solución nutritiva, luz ultravioleta, peróxido de hidrógeno y ozono. Pero hay que tener mucho cuidado: determinados métodos pueden ser perjudiciales ya que interfieren con algunas de las sales minerales de la solución, poniendo en peligro el equilibrio en el alimento de la planta.
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