Es un hecho que el mercado de la marihuana está creciendo, sobre todo si tenemos en cuenta todos los países que en los últimos años se han sumado a la legalización de esta sustancia. Esta progresiva liberalización favorece la innovación en la industria. Así, en ocasiones, salen al mercado productos tan potentes como Moonrock.
Las piedras en cuestión son cogollos cubiertos de aceite de cannabis y rebozados con tricomas, las pequeñas bolas de cristal que se forman en las hojas de la planta. Precisamente es el aceite el que favorece el alto nivel de THC de este producto, que supera el 50 %, uno de los máximos hasta el momento. Además, cuenta con un porcentaje de CBD del 0,15 %, por lo que en pequeñas dosis es eficaz para combatir la ansiedad, reducir el dolor, estimular el apetito y acabar con las náuseas. Eso sí, en grandes cantidades es capaz de tumbar a un elefante.
El creador de Moonrock no es otro que el rapero estadounidense Kurupt, que ha visto a su marca convertirse en un concepto a nivel global. Ahora, las rocas lunares han adoptado el nombre de la compañía, aunque no necesariamente provengan de sus fábricas.
Las razones se encuentran, principalmente, en el precio. Un gramo del auténtico Moonrock oscila entre los 25 y 30 dólares (entre 20 y 27 euros), aunque los que lo han probado justifican su valor. Con la intención de ahorrar dinero en los bolsillos, son muchos los cultivadores que se han lanzado a crear su propia roca lunar de forma artesanal. Antes de ponerte manos a la obra, vamos a repasar los componentes que necesitas.
- ‘Kief’: También conocido como polen, se trata de un concentrado de cannabis que se obtiene a través de la retirada de los tricomas de la flor de la planta. Para llevar a cabo este procedimiento puedes utilizar un ‘lief catcher’, un aparato que sirve para separarlos y conseguir un polvo fino y muy elegante.
- Tricomas: Estas pequeñas bolas de cristal contienen el nivel más alto de cannabinoides en comparación con el resto de la cepa y son las que potenciarán el THC de la roca.
- Aceite de hachís: Se consigue a través de un solvente, es decir, un producto específico para la extracción de marihuana y hachís. Después de filtrar y evaporar el solvente, lo que buscamos es que quede un líquido oscuro, de textura similar a la resina, con un fuerte olor a hierbas.
- Gotero: El aparato hace una excelente función para dispensar productos líquidos en pequeños volúmenes y puede ser muy útil para trabajar con el aceite de hachís.
- Un ‘grinder’, un cepillo pequeño y unas pinzas son otros instrumentos que necesitarás en la preparación de las rocas lunares.
Una vez que tenemos todos los ingredientes, podemos comenzar con el procedimiento. Con la ayuda de tus dedos, separa uno de los cogollos de tu planta de marihuana. Recuerda que cuanto más compacto sea este, más fácil será maniobrar con él.
Tras ello, utiliza un cepillo pequeño o un gotero para cubrir el cogollo con el aceite de hachís. Lo ideal es que quede completamente cubierto, pero ten cuidado de no empapar con este líquido toda la estancia. Posteriormente, usa las pinzas para coger el cogollo y colocarlo en el polvo ‘kief’. Ahora hay que rebozarlo hasta que quede totalmente envuelto por el polvo. Una vez hecho, deja el cogollo a un lado hasta que esté seco.
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