PODA DE RAICES

PODA DE RAÍCES

Uno de los problemas frecuentes que nos encontramos en cultivos muy largos, y en el mantenimiento de nuestras plantas madre ,es la contención del crecimiento de las raíces. Es decir, el recipiente se nos queda pequeño para albergar las raíces ya grandes, por lo que la planta comienza a mostrarse triste.

En este crítico momento, lo normal seria realizar un trasplante a una maceta mayor, con mayor cubicaje de sustrato, por lo que en poco tiempo, nos encontraríamos de nuevo con el mismo problema, perdiendo espacio progresivamente en nuestro box de cultivo. Otro método que se suele practicar es podar los brotes aéreos de la planta , pensando que se ralentiza el desarrollo del sistema radicular, lo que es cierto, pero con el añadido negativo de que la planta podría perecer por un estancamiento en la distribución de la savia, al disminuir la presión osmótica.

Dejaremos de lado los métodos anteriores, y nos centraremos en el mejor remedio posible. La poda de raíces. Es la forma mas salubre de equilibrar el desarrollo radicular sin necesidad de utilizar grandes contenedores.

Extraeremos la base del cepellón de la maceta, y tumbaremos la planta sobre una mesa para trabajar con mayor comodidad. Usaremos guantes de látex durante todo el proceso, por higiene.

Comprobamos que el sustrato esta bien seco, para evitar desmoronamientos y segmentaremos los pelos radicales de la base mas o menos unos tres o cuatro cm, con un cuchillo o cuter muy afilados y esterilizados. Erguimos la planta y repetimos los cortes en las caras laterales del bloque de sustrato, esta vez cortaremos unos dos cm. Después de este saneado, podemos aplicar directamente sobre las raíces descubiertas un estimulador, lo que mantendrá activas las radículas, formando nuevos brotes resistentes y vigorosos. Rellenamos la maceta con sustrato nuevo, ( podemos reutilizar el anterior si lo lavamos concienzudamente ), y trasplantamos de nuevo la plántula. La poda de raíces no provoca estrés en el vegetal y es muy recomendable.