Con el surgimiento del cannabis medicinal en Estados Unidos, no nos extraña que unos emprendedores hippies hayan creado un jabón de marihuana. Quizás en el futuro, el cannabis se utilice para tratar las afecciones de la piel, como la dermatitis o el eczema.

El jabón de cáñamo es una alternativa legal más segura. Este delicado jabón es para pieles sensibles, y tiene propiedades hidratantes naturales provenientes de una mezcla de aceites. Las semillas de cáñamo contienen ácidos grasos omega 3 y omega 6, que poseen propiedades anti envejecimiento y ayudan a reparar la piel. Se cree que también alivia los síntomas del eccema.

Resultado de imagen de JABON DE CANNABIS

EQUIPO NECESARIO

Gafas de seguridad

Guantes resistentes a productos químicos

Báscula de cocina

Jarra medidora

Dos cazuelas grandes de acero o esmalte

Termómetro de cocina

Cuchara de palo

Batidor

Moldes de silicona

INGREDIENTES

340ml de agua fría

125g de cuentas de hidróxido de sodio (lejía)

225g de aceite de semillas de cáñamo

275g de aceite orgánico de coco prensado en frío

175g de manteca de karité africana cruda

225g de aceite de oliva virgen extra

1/4 de cucharadita de extracto de vitamina E

Aromas, aceites esenciales, elementos decorativos

Aceite de semillas de cañamo

SEGURIDAD Y PELIGROS

Cuando se trabaja con sustancias potencialmente peligrosas, como la lejía, hay que tener en cuenta la seguridad. El hidróxido de sodio es peligroso (te puede dejar ciego), así que asegúrate de usar gafas y guantes de protección.

Siempre añade la lejía al agua, nunca el agua a la lejía. Si la basificación del agua se lleva a cabo de forma errónea, podría generar una reacción tipo "volcán" que puede ser nociva y dejar todo hecho un desastre. Cuando manipules sustancias químicas, la seguridad debe ser siempre tu principal preocupación.

Hacer jabón en casa es una experiencia muy gratificante, pero hay que tener cuidado. Quedas advertido.

CÓMO HACER EL JABÓN

1. En primer lugar, protege tus ojos y manos. Llena la jarra medidora con agua y añade la lejía - despacio. Agita suavemente la mezcla para que se disuelva por completo. Esta reacción creará calor - coloca la solución en un lugar seguro hasta que se enfríe.

2. En una cazuela, calienta un poco la manteca de karité, el cáñamo y el aceite de coco - añade primero la grasa más sólida y después los líquidos, hasta que tengas una mezcla uniforme. En la otra cazuela, calienta el aceite de oliva y la vitamina E y, a continuación, combina el contenido de ambas cazuelas, revolviendo bien.

3. Una vez que todos los aceites estén bien mezclados y la temperatura sea de 100°C, apaga el fuego y añade poco a poco el agua basificada, a la vez que remueves. Cuando todo esté mezclado, agita la mezcla rápidamente con el batidor. En unos minutos, la solución se espesará y se volverá más opaca.

4. Este es un paso crucial del proceso de fabricación de jabón, conocido como "rastro". El rastro se produce cuando los aceites y el agua se han mezclado por completo y ya no pueden volver a separarse. Para saber cuándo se ha llegado a este "punto de no retorno", sumerge el batidor en la mezcla y deja que gotee sobre la cazuela. Si deja un "rastro", la solución está emulsionada, y lo has hecho bien. De lo contrario, sigue batiendo.

5. En este momento, si lo deseas, puedes agregar aromas y aceites esenciales adicionales. Nuestro aroma favorito es unas gotas de aceite de incienso y una pizca de té verde. Bate por última vez y vierte la mezcla en los moldes para que se enfríe.

6. Cuando los bloques de jabón estén casi fríos, se pueden añadir los elementos decorativos, ¡sé creativo! Intenta colocar pétalos de flores, conchas marinas o semillas enteras de cáñamo, para un efecto exfoliante natural. Y como toque final, ¿por qué no poner una capa de hojas de cannabis por encima?

7. Tu jabón tardará unos días a endurecerse del todo, pero es mejor dejarlo varias semanas antes de usarlo, para asegurarte de que se elimine todo resto de lejía. Estos bloques son unos estupendos regalos - cuando los envuelvas, acuérdate de usar papel encerado o film transparente. El jabón puede "sudar" y arruinar el papel ordinario.

Hacer tu propio jabón tiene muchas ventajas - es barato y gratificante, y sabes que no ha sido probado en animales. Y, créenos, tu piel te lo agradecerá.