ENTENDER LOS PRINCIPIOS DEL CANNABIS
Antes de empezar a cultivar, es importante que tengas conocimientos sólidos sobre la planta de cannabis.
No hace falta que te conviertas en un todo un experto del cannabis, pero como mínimo deberías entender los principios básicos del ciclo vital de la planta, sus requerimientos nutricionales y su estructura.
Para empezar, aquí tienes algunos conocimientos básicos sobre el cannabis. Antes de germinar tus semillas, te recomendamos que busques un buen libro sobre cultivo de marihuana; también puedes leer nuestra selección de TUTORIALES acerca del cultivo.
- El cannabis es un género de planta floreciente que puede ser macho, hembra o hermafrodita.
- Las plantas de cannabis pueden cultivarse en interior, en exterior o en invernadero.
- En la naturaleza, las flores macho polinizan las flores hembra (los cogollos) para crear nuevas semillas. Pero la mayoría de los cultivadores evitan la polinización de las hembras, para mejorar la calidad de los cogollos.
- Existen 3 variedades principales de cannabis: índica, sativa y ruderalis. Todas ellas presentan variaciones en la morfología y en los efectos que producen.
- Las variedades índica y sativa son fotoperiódicas por naturaleza, lo que significa que florecen según la cantidad de luz recibida. En cambio, las variedades ruderalis florecen automáticamente según su edad, independientemente del ciclo de luz.
- El ciclo de vida del cannabis tiene 3 fases principales: fase de plántula, fase vegetativa y fase de floración.
- En la naturaleza, las plantas tienen un crecimiento anual; normalmente comienzan su ciclo de vida entre la primavera y el inicio del verano. La duración del ciclo de vida de la planta puede variar ampliamente (entre 4 y 10 meses)
CALCULAR LA POTENCIA ELÉCTRICA QUE NECESITARÁS
Una vez tengas una mejor comprensión sobre la planta, es importante que consideres cuánta potencia vas a necesitar para mantener tu cultivo. Esto se aplica básicamente a los cultivadores de interior.
Las plantas de cannabis necesitan mucha luz (mínimo 18h al día). Para que tu cultivo de interior tenga éxito, necesitarás una luz de cultivo de calidad (la mayoría de cultivadores optan por una luz de 400-600W).
Además de la luz, también necesitarás suministrar energía a otros materiales eléctricos como ventiladores, extractores y demás. En algunos hogares, esto puede causar una sobrecarga eléctrica, ya que los circuitos de potencia de muchas casas pueden estar limitados a unos 3500W.
CONOCER LOS COSTES
Según lo profesional que quieras llevar tu cultivo, probablemente tengas que invertir en materiales para poder empezar.
El material necesario para hacer un cultivo de interior varía según tus habilidades como cultivador y el tamaño de tu cultivo. Sin embargo, la mayoría de cultivadores de interior necesitarán como mínimo los siguientes materiales, además de macetas, tierra y otros accesorios básicos:
- Luz de cultivo
- Ventilador
- Tienda de cultivo
- Filtro de aire
- Reflector de luz
- Ventilador pequeño
- Temporizador
- Medidor de pH
Obviamente, tu bolsillo notará la compra de todo este equipo y su mantenimiento. Pero por suerte, la mayoría de este material es reutilizable, por lo que normalmente tras varias cosechas ya habrás recuperado el dinero invertido.
CONOCER DIFERENTES MÉTODOS DE CULTIVO
El cannabis puede cultivarse siguiendo diferentes métodos. Antes de iniciar tu cultivo, infórmate sobre las diferentes formas de cultivo y escoge la que mejor se adapte a tus conocimientos y a tu presupuesto.
Indiscutiblemente, la forma más común de cultivar marihuana es en tierra. En este caso, los cultivadores añaden nutrientes a la tierra, que las plantas absorben a través de las raíces. Estos nutrientes pueden suministrarse a través de fertilizantes comerciales o a través de alternativas naturales, como compost.
Por otro lado, algunos cultivadores avanzados utilizan diferentes medios de cultivo, en lugar de tierra. Los métodos cuyo medio de cultivo no es tierra (sustrato de coco, arena, agua o incluso un entorno aéreo o de niebla) se consideran hidropónicos.
Decidir qué método utilizar depende totalmente de ti. No obstante, se suele recomendar a los cultivadores novatos que empiecen con los métodos más simples, cultivando en tierra.
ESCOGER EL SITIO IDEAL PARA EL CULTIVO
Escoger la zona de cultivo es esencial en el cultivo de marihuana, y es algo que se debe pensar bien antes de empezar.
Básicamente, existen 2 opciones sobre la zona de cultivo: en interior o en exterior. Ambas opciones tienen sus pros y sus contras.
Cultivar en exterior es genial porque ayuda a abaratar costes. Al fin y al cabo, con la potencia natural del sol no necesitarás comprar luces de cultivo. Además, tampoco necesitarás instalar ventiladores ni extractores, siempre y cuando las plantas reciban una suave brisa.
El principal inconveniente de cultivar al aire libre es que no tienes control sobre el clima y la exposición de las plantas a la luz. Además, los cultivos de exterior pueden llamar la atención, lo que puede suponer un problema si vives en una zona donde el cultivo de cannabis todavía es ilegal.
El cultivo en interior también cuenta con una serie de beneficios. El primero y más destacado es que las plantas no quedan a la vista, y por lo tanto no atraerán miradas indeseadas. Además, tienes un control absoluto sobre las condiciones climatológicas de tu zona de cultivo, pudiendo ajustar la temperatura, la humedad y las horas de luz para crear el ambiente ideal para tus plantas.
El principal inconveniente del cultivo en interior es el coste de comprar y mantener todo el material necesario, así como el creciente coste de la electricidad. Además, el espacio de cultivo en interior está limitado.
CONOCER LAS SEÑALES DE DEFICIENCIAS NUTRICIONALES, PLAGAS, ETC.
El cannabis, como otras plantas, es susceptible de sufrir una serie de plagas y enfermedades. Además, es una planta que tiene unas necesidades nutricionales, de agua y de luz complejas. Cuando estas necesidades no se cubren correctamente la salud de las plantas se ve afectada, así como la cantidad/calidad de la cosecha.
Pero por suerte, si aprendes a identificar las señales indicadoras de ataques de plagas, enfermedades, o deficiencias nutricionales, podrás tratarlas rápidamente, minimizando así el efecto sobre tus plantas. Aquí tienes algunas de las señales más comunes que indican que algo no va bien con tus plantas:
- Deficiencias nutricionales: los síntomas incluyen tallos rojos, hojas pálidas, crecimiento reducido, hojas enrolladas o con manchas y/o malformaciones.
- Plagas/enfermedades: los síntomas incluyen hojas con puntitos blancos (provocados por picaduras), hojas retorcidas, hojas enrolladas, manchas amarillas/marrones en las hojas, cogollos negros o marrones, polvo blanco sobre las hojas, etc.
CONOCER LA FERTILIZACIÓN DE LAS PLANTAS
Todas las plantas, incluido el cannabis, necesitan nutrientes para crecer y sobrevivir. Antes de iniciar tu cultivo, debes saber cómo fertilizar tus plantas y con qué.
Los 3 nutrientes básicos que las plantas de marihuana necesitan para sobrevivir son nitrógeno, fósforo y potasio (NPK). La mayoría de fertilizantes contienen estos nutrientes en concentraciones variables.
Aparte del NPK, las plantas de cannabis también se benefician de otros nutrientes:
- Calcio
- Azufre
- Magnesio
- Manganeso
- Boro
- Cobre
- Zinc
- Molibdeno
- Hierro
Conocer las proporciones de estos nutrientes, y cómo debes utilizarlos, es vital para la salud de tus plantas y el buen rendimiento de tus cosechas. Seguramente una vez hayas realizado varias cosechas, ya habrás comprendido y asimilado estos conocimientos. Pero hasta que llegue ese momento, puedes consultar un buen libro de cultivo o preguntarnos directamente.
CONOCIMIENTOS BÁSICOS SOBRE LAS LUCES DE CULTIVO
Si has decidido cultivar en interior, las luces serán el corazón de tu operación de cultivo. Existen gran variedad de luces de cultivo disponibles, y antes de empezar a cultivar querrás saber cual debes escoger.
Estas son algunas de las luces de cultivo más populares:
- Luces CFL (luz fluorescente compacta): estas luces no son caras, por lo que son comunes entre los novatos. Pero las CFL no suelen tener la potencia de las luces de cultivo profesionales y producen menores cosechas.
- Luces fluorescentes (T5/T8): las luces fluorescentes T5 y T8 son más aptas para el cultivo de cannabis. No obstante, suelen ofrecer una intensidad lumínica menor que la necesaria, lo que significa que tendrás que colocarlas muy cerca de la parte superior de tus plantas.
- Luces de cultivo LED: las luces LED son la opción más cara disponible. Estas luces pueden producir grandes resultados y pueden ayudar a controlar el gasto energético. No obstante, puede que no estén al alcance de los pequeños cultivadores, debido a su precio.
- Luces HPS (vapor de sodio de alta presión) o MH (halogenuros metálicos): estas luces son relativamente baratas y producen grandes resultados, por lo que son una de las opciones más populares entre los cultivadores de interior.
ESCOGER LA VARIEDAD ADECUADA
Existen cientos de variedades de marihuana en el mercado. Antes de iniciar tu cultivo, deberías investigar las diferentes variedades y escoger la que mejor se adapte a tus habilidades y a tu espacio de cultivo.
La diferencia entre las variedades puede ser muy amplia, afectando desde la morfología al efecto producido por los cogollos. Infórmate sobre las diferentes variedades disponibles.
MANTENER TU CULTIVO EN SECRETO
Si tienes la suerte de vivir en una zona donde el cultivo de cannabis es legal, esto no te afecta. En caso contrario, sigue nuestro consejo y mantén tu cultivo en secreto.
Por supuesto, cultivar tu propia marihuana es divertido y emocionante, y probablemente quieras contárselo a tus amigos. Pero no olvides que las repercusiones de cultivar marihuana pueden ser enormes, así que es mejor mantener el cultivo lo más discretamente posible. Seguro que lo último que deseas es que la policía llame repentinamente a tu puerta.
MANTENER UN SEGUIMIENTO Y CONTROL
Si eres nuevo en el cultivo de cannabis, es importante que tomes notas. Siempre recomendamos que dediques algo de tiempo a documentar el progreso de tu cultivo.
Para ello, puedes escoger diferentes métodos. Una opción muy simple es tomar fotos de tus plantas una vez a la semana para documentar su crecimiento y progreso (en interior siempre con la luz encendida). Otra opción es mantener un diario de cultivo en el que anotes detalles específicos, como el fertilizante que estés usando, el programa del ciclo de luces, y cualquier problema que pueda aparecer, como ataque de plagas, etc.
Documentar el progreso del cultivo te ayudará a controlar todos los factores que afectan a tus plantas y cómo los solucionas. Esto es especialmente importante para los novatos, ya que les permite poder analizar el trabajo realizado previamente y mejorar el proceso.
Un consejo: si cultivas cannabis en una zona donde es ilegal, tal vez sea recomendable que NO hagas un seguimiento del cultivo. Si te pillara la policía, no querrías que encontraran un cuaderno con todos tus cultivos de los últimos 5 años, incluyendo las cantidades cosechadas. Sin duda, lo usarían como prueba.
SABER CÓMO COSECHAR
Por último, pero no por ello menos importante, antes de comenzar tu cultivo deberías conocer los pasos a seguir una vez llegue el momento de la cosecha.
Para empezar, deberías conocer las diferentes etapas de la cosecha y cómo pueden afectar a la potencia y el efecto de los cogollos. Por ejemplo, los cogollos cosechados tempranamente suelen producir un efecto más estimulante, mientras que los cogollos de cosecha tardía suelen producir efectos más sedantes y relajantes.
Además, también es importante que aprendas qué se debe hacer con los cogollos una vez cosechados para asegurar un buen resultado: realizar el manicurado, secarlos, curarlos y almacenarlos correctamente.
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